miércoles, septiembre 19, 2007

Los papeles

no es facil conseguir papeles. Visas... pasaportes. En fin, yo ya tenia una visa. tenia un pequeño mundo. quizas la base fue hecha de ilusion. una construccion que solo asi podia empezarse.
yo estaba bastante acostumbrada a la rutina. Adoro la rutina. Adoro esa rutina de las cosas que hay que hacer y que deben hacerse sin pensar. lavarse los dientes por ejemplo. si, bueno, yo decido ir a lavarme los dientes. pero hay algo de rutina en ese acto que hace que no deba pensarlo ni planificarlo.
mi mundo tenia una hora del te nocturna por ejemplo. el te de la noche, antes de lavarse los dientes. Eran parte de una misma rutina. lo mismo que las tostadas con mermelada de membrillo. ahora ya no se puede comer mermelada de membrillo si no se quiere olfatear las ruinas.
brusca o suave segun en que aspecto uno este haciendo foco,la desintegracion de mi pequeño mundo que era el nuestromio va calando en todos los pequeños quehaceres intrascendentes que terminan siendo los mas molestos, melancolicamente hablando.
asi que hoy me dedico a las grandes cosas, que me hacen fuerte hasta que llega la hora del te

martes, septiembre 04, 2007

de mentiras

Tengo mucho para decir de la intertectualidad. Pero no me fuercen! no ven que asi no me sale nada. No puedo ponerme un traje y anudarme una corbata. esta bien, algo de negacion hay. Comprendo los motivos por los cuales uno debe expresarse de esa manera impersonal que da objetividad y solidez a cualquier gansada. Sin ir mas lejos, yo sintiendome una completa analista y linguista improvisé (a los kandinsky, no vaya usted a confundirse) y le agregue un 4 movimiento a la sonata de ponce. En ese movimiento sí que se verificaba la intertextualidad... como explicarlo! Pero .. qué bien expresado.
Bueno, completemos el "articulo" con un par de reflexiones. El 2 movimiento se llama "cancion". Esto en algunos lados es llamado interdiscursividad, es decir, se utiliza otro tipo de lenguaje para generar mas significados. En este caso, el titulo es un guiño para que tanto los que escuchan como los que tocan al obra adviertan justamente la cancion que se halla incluida y tambien funciona como una indicación de la manera a ejecutar del movimiento

musica e intertextualidad

Sonata III (1927) de Manuel Ponce

Es esta una obra de envergadura. Para esto Ponce elige la forma sonata, y genera una obra de una complejidad no usual para el repertorio guitarrístico del momento.
Sin entrar en un análisis exhaustivo, puede observarse un lenguaje muy elaborado, con todas las características propias del compositor.
En el segundo movimiento Ponce utiliza una melodía popular española como tema principal. Esta obra conocida como “el testamento de Amelia”, es un tema popular catalán. Ponce expone el tema, lo armoniza y desarrolla.
Es probable que la inclusión de este tema en el segundo movimiento tenga como motivo la necesidad de generar un vínculo entre el repertorio conocido para guitarra hasta el momento y el intérprete a quien esta dedicada la obra, Andrés Segovia, guitarrista español, con gustos y personalidad muy marcada .
Es importante tener en cuenta que Ponce componía en relación con una forma de tocar la guitarra; la estética de Andrés Segovia. El intérprete mantuvo una extensa correspondencia con Ponce, y en varias oportunidades hizo pedidos al compositor en relación al estilo que debía tener una obra. Sin dudas, Ponce componía pensando en Segovia, su manera de interpretar y sus gustos. Es por esto que no sorprende la elección de un tema español. Este, aparece como un oasis, “un regreso a casa”. Genera un nexo rápido con la guitarra y su rol de acompañante en música popular y una alusión a España, de donde proviene la mayor tradición de la música para guitarra.
Como conclusión, en esta obra, de un lenguaje y una extensión no acostumbradas dentro del repertorio guitarrístico de la época, Ponce utiliza el recurso de la intertextualidad para acercarse tanto al oyente y como al intérprete.
Es interesante conocer que ya existía un arreglo de esta canción para guitarra solista elaborado por el guitarrista español Miguel Llobet, quien estuvo en Argentina (1910), Chile (1912) y E.E.U.U. (1915-1917). Y es considerado por algunos como el maestro de Segovia. Esta pieza muy probablemente fuera conocida por Ponce, ya que su existencia es previa a la de la sonata III y aparece de manera recurrente la idea de un pequeño homenaje a los orígenes de la guitarra y de Segovia.